domingo, 17 de noviembre de 2013

ENTREVISTA CON EL VAMPIRO



Estimados oyentes, hoy nos visita en “Una botica en las nubes”, un ser extremadamente peligroso y nocivo. Prestad bastante atención y estad alerta a todo lo que dice, porque un día de estos podéis encontrarlo en vuestro trabajo, en la tienda, o lo que es peor, acorralándoos en el ascensor. Él o cualquiera de su especie. No los vemos, pero están por todos lados. Inundan nuestros pueblos y nuestras ciudades. Podemos sentirlos. Son personas de carne y hueso, como tú o como yo; visten y hablan  como cualquiera de nosotros, pero se alimentan de nuestra sangre, de nuestra energía. Demos la bienvenida al programa de hoy al Vampiro Paco Contar.

Buenas noches, Paco. ¿Qué tal va todo?

Buenas noches serán para ti, Gustavo, porque para mí no lo son tanto.

Vaya, hombre. ¿Qué te pasó?

Vengo del médico. Tú sabes. Las migrañas de siempre. Y me dice el tío que me tome un paracetamol y punto. Que con eso se me quita. Ni me manda al especialista ni nada. Si es que la Seguridad Social ya no está como antes. Claro que con este Gobierno de mierda que tenemos, no me extraña. Ahora además recorta también en Educación. Serán hijos de puta. Y ahora, ¿qué van a hacer mis chiquillos?

Bueno, Paco. ¿Tus hijos no estaban en un colegio de pago? Allí se notan menos los recortes.

Sí bueno, pero es que el trabajo… No sé hasta cuándo podrán estar allí.  Tú sabes, la crisis otra vez. Las facturas hay que pagarlas, y cada vez es más caro. Yo no sé estas monjas, todo el día sacándote el dinero.

Pero no me digas que te echaron del trabajo, Paco.

No, pero estamos todos asustados. Ya sé que el negocio de mi jefe va bien, pero ¿y si de repente se lo piensa y hace un ERE de esos famosos? ¿Qué voy a hacer?

Tranquilo, seguro que eso no va a ocurrir. No seas pesimista.

No soy pesimista. Soy realista. De todas formas a lo mejor me voy yo. Porque para aguantar a los vagos de mis compañeros... Si no es por mí, la empresa no va para delante. Ya no puedo más. Uno que si me viene con sus historias de fin de semana, la otra todo el día hablando por teléfono, el otro el pelota del jefe. Y de ese, por cierto, mejor no hablar.

Nos conocemos desde hace mucho, Paco,  y siempre hablas de lo mismo. Y tú, ¿has hecho algo por mejorarlo, has hecho algo por cambiar tu situación?

Claro, para ti es muy fácil. Has tenido mucha suerte en la vida. No como yo, que no me sale una a derechas…

Bueno, Paco, podríamos estar aquí hasta mañana por la noche y seguiríamos hablando de lo mismo, pero desgraciadamente no tenemos más tiempo en el programa. Muchas gracias por todo.

Ya lo han oído, así es Paco. Un vampiro emocional. Descarga en ti toda su negatividad, todos sus problemas. Te absorbe, te manipula y se desahoga “chupándote” toda tu energía. Te deja sin fuerzas. Como él hay muchos, aunque tengan cuidado; no los confundan con aquellos que se quejan pero intentan realmente cambiar su situación. A estos sí hay que ayudarlos. A los verdaderos “chupasangres”, escúchenlos dos o tres veces como mucho; a la cuarta, si los ven venir, cámbiense de acera o saquen del bolso el ajo y las estacas, porque irá por ustedes. Están avisados. Desde las nubes, se despide Gustavo, el reportero más dicharachero del mundo entero. Buenas noches.

viernes, 1 de noviembre de 2013

¿CRISIS DE LOS CUARENTA?


Ese día te levantaste con resaca. Los gin-tonics de la noche anterior eran de garrafón, seguro. Te habías propuesto llegar temprano, pero fuiste incapaz de decirles que no a los inconscientes de tus amigos y apareciste por casa cerca de las cinco de la mañana. Un jueves. A las siete tenías al perro encima, el despertador sonando, los niños sin querer levantarse, una reunión importante en ese trabajo que odias, con esos compañeros que no soportas. Tu mujer hacía semanas que no te hablaba y ahora lo hace para decirte que tenéis que hablar, que no podéis seguir así. Y al día siguiente es tu cumpleaños. Ya tienes los treinta y todos, así que serán cuarenta los que hagas. Ahora lo entiendes todo. Te miras al espejo al afeitarte y descubres tus ojeras, tus arrugas y tus canas.  ¡Uf, la famosa crisis de los cuarenta! Y decides que tienes que cambiar algo o todo en tu vida.



¿Os suena? Puede ser la crisis de los cuarenta, o la de los treinta, o dudas sobre el trabajo, o sobre las relaciones sentimentales, sobre la vida que llevas en general. Y entonces te planteas un cambio. Lo puedes hacer sosegadamente, con tranquilidad; o hacer un cambio brusco y mandarlo todo a paseo.

Lo que tienes que tener claro es qué quieres cambiar, analizar los pros y los contras, y ver hacia dónde quieres dirigir tu rumbo. Pero lo importante es no tardar años en hacerlo. Actúa. Da el primer paso, sube el primer escalón y sal de tu zona de confort. Si siempre haces lo mismo, estarás anclado en un bucle constante. Si te gusta ese circulo, bien. Pero, si ya estás cansado, por qué no cambiar. Haz un repaso a tus valores. Siéntate cómodamente y escribe cómo te sientes habitualmente. Si te aburres, si estás contento con tu trabajo, con tu vida sentimental, si te levantas cansado o pletórico, si tienes aficiones que te llenan y si, en general, estás contento con tu vida. ¿Qué se esconde tras ese deseo de cambio? Averigua de dónde partes y lánzate adonde quieras llegar. Comprueba cuáles son tus estados iniciales en el trabajo, en el amor, en tus relaciones personales, en tu vida personal en general. Haz balance de tu trayectoria vital, y márcate un plan de acción para llegar adonde quieras en cada parcela de la vida.

Ahora averigua cuáles son tus recursos, esos valores que tienes. Parte de tus cualidades, de tus éxitos pasados, de tu experiencia. Ellos te suministrarán el primer peldaño de la escalera del crecimiento. La escalera hacia tus sueños. Apóyate en ellos. No dejes que nadie te diga que no tienes cualidades para tal o cual cosa. Huye de las relaciones tóxicas, de los vampiros energéticos. Escapa de tu propio miedo. A veces nuestra percepción de nosotros mismos no se corresponde con la realidad. Aumenta tu autoestima.

Visualiza tu futuro. ¿Qué quieres contarles a tus nietos de tu vida? Conviértete en un soñador. Sueña a lo grande, por qué no. Soñar es gratis. Escríbelo y ve a por ello. Ponlo cerquita todos los días, en un post-it en la nevera o en una alarma en el móvil. Algo que siempre te recuerde dónde quieres llegar y cuál es tu destino. Ya estás preparado para cambiar tu vida. Enhorabuena.

Te espero en las nubes.