Pero ¿por qué besamos y por qué nos seduce tanto un beso?
Evolutivamente parece provenir de la costumbre de los primates de alimentar a sus crías con la boca y de consolarlas así cuando no había alimento. En la actualidad es una manera de demostrar nuestro afecto.
Tras este gesto cotidiano, se extiende toda una red fisiológica, química y neuronal. Con un beso de tres minutos se ponen en marcha alrededor de treinta músculos faciales, diecisiete de ellos relacionados con la lengua, se intercambian gran cantidad de sustancias, gérmenes y bacterias, y se gasta una media de quince calorías. Pero lo más increíble del beso es que crea adicción. El cerebro es adicto a la oxitocina, la hormona liberada cuando nos besamos, que es la misma que influye en el enamoramiento, el orgasmo, el parto y el amamantamiento. Está asociada a la ternura, al placer y a la afectividad, y crea vínculos a medio y largo plazo. También sube la dopamina, aumentando el deseo, y la serotonina, potenciando la obsesión. Una droga, vamos. Y cuidado, porque si el beso va mal, se libera cortisol, la hormona del estrés, que puede hacer acabar con la relación a las primeras de cambio, en un proceso casi darwiniano de selección natural.
Además, cuando besamos, cerramos los ojos y unimos nuestros labios con los de nuestra pareja con un abrazo apasionado, nuestras pulsaciones suben de sesenta a ciento treinta, se libera adrenalina, nuestro colesterol baja y se refuerza nuestro sistema inmunitario. Las madres que besan mucho a sus hijos aumentan sus defensas y les protegen de enfermedades.
Empezar el día con un beso nos aporta más energía vital y nos predispone a una actitud más positiva. El beso tiene un poder terapéutico y psicológico, y es una demostración de afecto, amistad y cariño. Es decir, el beso nos hace vivir mejor y más. Según el investigador alemán Arthur Szabo de la Universidad de Ontario, sostiene que las parejas que se despiden con un sentido beso antes de ir al trabajo son más felices y ganan cinco años en su esperanza de vida.
Desde la sección Jazztheraphy de "Una botica en las nubes" te animamos a besar más y mejor, y para ello, te proponemos una versión jazz del clásico "Bésame mucho", a cargo de los españoles Joan Chamorro y la jovencísima Andrea Motis.
Besa, besa mucho. Disfrutad y sed felices. Te esperamos aquí, en las nubes.
https://www.youtube.com/watch?v=k7FI2pW5hGk
"Feeling good" de Joan Chamorro y Andrea Motis |