En la edad adulta nos pasa a veces lo mismo. Tenemos miedo al cambio. Miedo al fracaso, sobre todo los perfeccionistas; miedo al ridículo o a sentirse juzgado; miedo al qué dirán; miedo al éxito; a no tener unos objetivos claros en la vida; miedo a la necesidad de conocer todos los detalles del camino antes de saber incluso cuál es y recorrerlo. Miedo, en definitiva, a salir de nuestra ZONA DE CONFORT. Son miedos que nos bloquean, nos estancan e impiden que luchemos por nuestros sueños. Al igual que en la primera etapa de nuestra vida, son un fenómeno evolutivo.
El miedo forma parte de la vida y no es un problema en sí mismo. Es natural, es legítimo y necesario. Lo importante es saber reconocerlo, entenderlo y gestionarlo. Para vencer los miedos necesitamos aumentar nuestra autoestima y nuestra autoconfianza. Sube tu autoestima diciéndote cosas como "yo puedo", "lo haré sin problemas" o "soy competente", que harán que realmente tus emociones hacia ti sean positivas; y no te martillees con otras como "merezco lo malo que me pase", "soy torpe y siempre lo he sido". Para elevar tu confianza sincérate contigo mismo, descubre cómo eres realmente y qué quieres cambiar, cumple con los objetivos que te planteas y comprométete a adquirir aquello que te falta (habilidades y conocimientos) para llegar a tus sueños. Así conseguirás que tus miedos disminuyan. Tu "yo real" crecerá hasta tu "yo ideal", a tu "yo auténtico", el que te guiará hasta tus deseos.
Como Carol Anne en Poltergeist, ve hacia la luz, vence tus miedos. Tus sueños están más cerca. Aquí al lado. Te espero en las nubes.
"Hoy es el futuro al que tanto temíamos en el pasado"
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