domingo, 30 de marzo de 2014

DECÁLOGO DEL PERFECTO "MASTERCHEF"

La televisión está repleta de programas de cocina. No hay cadena que no tenga un hueco para un "gordinflón" y sus fogones. En unos, aficionados a la vitro intentan mejorar su espíritu cocinillas; el premio, colocan tu ego en un pedestal con la publicación de un libro con tus propias recetas. En otros, cocineros expertos se juegan su prestigio para ser el mejor del país a expensas de que un maestro mediático y gruñón deje tus vergüenzas al descubierto. Las madres de unos cocinan mejor que las abuelas de otros, reza el título de uno de ellos. Estos se adueñan de las tapas y aquellos del postre. Programas americanos, ingleses o nórdicos. De tartas de boda extravagantes o de magdalenas de colores con nombres extraños. Y sobre todos ellos, en un mundo aparte, está Arguiñano. Él sembró y abonó el terreno con su humor y saber estar para esta recolecta actual. ¡Si hasta los niños de primaria piden para Reyes un juego de cuchillos cerámicos de última generación!

Caricatura: Tonay
Desde Una botica en las nubes queremos ofrecerte el manual definitivo para que puedas presentarte en la vida como un perfecto Masterchef y que las recetas que salgan de tus fogones estén llenas de energía y vitalidad. Son estas:

1. Mantén en orden tu cocina. Al igual que un cocinero no debería trabajar en una cocina desordenada, nosotros tendríamos que borrar de nuestro lado todas aquellas molestias que nos fastidian. Son esos pequeños inconvenientes los que absorben nuestra energía y reducen nuestra capacidad de tener éxito. No los soportes, simplemente elimínalos de tu vida. Cose el botón que te falta, arregla ya la bombilla del baño pequeño, cambia las escobillas del parabrisas. Ordena tu entorno. 

2. Controla tus fogones. Suprime los escapes de energía eliminando tus adicciones y vicios. Hay actividades que nos dejan sin energía. Ver la televisión, el smartphone, el tabaco, la cafeína, el juego, las relaciones tóxicas. Tú conoces tus adicciones. Contrólalas. La fórmula es fácil. Elimina aquello que te roba energía, tendrás más para hacer aquello que deseas. 

3. Elige los mejores ingredientes. Siempre oyes decir que la materia prima debe ser la mejor, que eso es éxito asegurado. Jamón de Jabugo, gambas de Huelva, chuletón de Ávila. Cambia en tu vida los malos ingredientes, los malos hábitos, y busca en el mercado los mejores, las buenas costumbres. Rodéate de ellas a diario. Te saldrá siempre una receta perfecta. Escribe tu lista de diez pequeños placeres diarios y disfrútalos cotidianamente.

4. Renueva tus recetas que ya no gustan, apuesta por la cocina moderna. La carta de un buen restaurante cambia constantemente para no aburrir ni al cocinero ni a la clientela. En tu vida haz lo mismo. Si hay fórmulas que no funcionan, cámbialas por otras. Elimina los "deberías" de tu vida. Son aquellas cosas que crees que son un objetivo en tu vida, pero no haces nada para ir a por ellas. Absorben energía. Transfórmalas de forma que resulten positivas, haz cocina fusión.

5. Tú eres el chef, hazte respetar. Establece unos límites firmes en tu vida. Los comentarios despectivos, los cotilleos superfluos y las agresiones verbales te disminuyen, consumen tu energía y reducen tu capacidad de atraer aquello que deseas. No los toleres. Nadie puede hacer que te sientas inferior si tú no se lo permites.

6. Usa un vestuario elegante. En la cocina hay salpicaduras, podemos usar un plástico, como en los bares de menús del día, o usar un traje topchef. Para protegernos de los comentarios desagradables, podemos usar ese plástico, pringándonos de la misma grasa que nos mancha, o podemos hacerlo con elegancia, usando la regla de los cuatro pasos: informahaz ver que te están "agrediendo", pide por favor que dejen de hacerlo, insiste y, finalmente, vete.  No entres en discusión. Mantén la calma y usa un tono neutro de voz.

7. Cuidado con el ingrediente más pequeño. No ignores lo pequeño. Una pizca de sal de más puede que no se note, muchos granos estropean un plato. No dejes que un pequeño comentario insignificante se convierta en una montaña y explotes.

8. Innova. Busca cada día nuevas recetas. Cuando tengas tus buenas recetas, no te conformes. Eleva el nivel a recetas excelentes. Innova, crece, sé curioso, investiga, adapta a tu forma las recetas de los clásicos, de las personas que admiras.

9. Del cerdo se aprovecha todo. Las manitas del cerdo, las orejas, la carrillera, la sesada. De aspecto desafortunado, son deliciosos al paladar. Aquello que nos parece detestable, doloroso o dañino puede ser una fuente de belleza o de fuerza si lo encaramos con positividad. Hay quien levanta muros con vientos de cambio para defenderse y hay quien construye molinos para aprovechar la inercia de Eolo. ¿Qué prefieres ser?

10. Salpimienta tu vida, pon ilusión. La sal y la pimienta son el toque perfecto para redondear un plato. Necesitas cosas que te ilusionen y no solo un viaje de vacaciones al año o ese traje caro del escaparate. Haz que cada día de tu vida sea algo especial. Salpimienta tu vida. Pon ilusión en todo lo que hagas. Te darán un plus de energía. Son las vitaminas del plato. Vitamínate.

Monta tu propio restaurante topchef aquí, en las nubes. Te esperamos con la mesa puesta y con mucha hambre.

Feliz semana.

domingo, 23 de marzo de 2014

EL PIJAMA DE SUPERMAN

Un incendio en lo alto de un rascacielos, un atracador intentando robar a una pobre ancianita, la mayor banda de ladrones asaltando Metrópolis o un trío de malvados humanoides llegados del espacio exterior dispuestos a apoderarse del mundo. Nada podía detener a Clark Kent después de salir de aquella cabina telefónica. Antes, dentro, tiraba la chaqueta y el pantalón al suelo, se sacaba la corbata mientras se quitaba las gafas, se acicalaba el flequillo y se quedaba en pijama. O eso nos parecía a todos. Ese pijama azul con calzón, botas y capa roja transformaban al asustadizo periodista en un magnífico superhéroe llegado del planeta Kripton. Es un pájaro, es un avión... No. Es Superman.

Si esa cabina telefónica hablara, nos contaría cómo un hombre miedica, con poco respeto por sí mismo, cobarde y simple se convertía en un ser seguro, audaz y convencido de su labor en el mundo. Y la diferencia entre una identidad y la otra era únicamente el traje. Un traje de superhéroe que le hacía capaz de cualquier cosa: de caminar por las aguas, de detener a malvados, de volar e incluso de volver atrás en el tiempo. Todo aquello que se proponía. Eran sus superpoderes.


Se piensa habitualmente que un soñador (alguien capaz de convertir sus sueños en realidad) es una especie de superhombre. Un ser capaz de conseguir todo lo que se proponga y que tiene superpoderes para que todo le salga bien. Pues bien, ya puedes ir buscando en el almacén de tu vida un traje parecido, porque ser un superhéroe hoy en día está al alcance de cualquiera. Todos tenemos guardada en alguna cómoda una malla azul ajustada llamada ACTITUD, que es la que nos hace confiar en nosotros mismos y en los demás. Aquella que hace rebotar las balas cuando llegan los problemas y afrontar los retos de una manera positiva. Rebusca entre los cajones porque seguro que encuentras algún calzón rojo con los VALORES que te guiarán para conseguir tus deseos. Como Superman, lleva el amor, el respeto, la confianza, el humor, la sinceridad y el compromiso adosados como una "S" a tu pecho. Serán tu insignia. Seguro que en el zapatero encuentras tus CREENCIAS en forma de botas rojas. Son aquellas que te harán pisar fuerte, aquellas que te darán seguridad y que te harán creer en ti. Repítete a menudo que tú eres el protagonista de la película de tu vida. Y por último, en lo más alto del armario, entre el resto de cosas, casi escondida, está tu capa. Son tus HABILIDADES, aquellas que crees que no tienes, pero llegaron contigo desde el planeta Kripton. Solo tienes que descubrirlas, al igual que Superman cuando llegó de la cueva del hielo. Busca la curiosidad, ten iniciativa, resuelve, date palmaditas en la espalda por lo bien que lo haces, cuestiónalo todo, no te quejes por costumbre y provoca tu futuro. Cuando la creencia y la querencia coinciden, llega la magia.

Ya solo falta repeinarte el flequillo y encontrar esa cabina de teléfono. Tienes los superpoderes necesarios para llegar a tus sueños. Y ahora que sabes volar, te espero aquí, en las nubes.

Feliz semana, Superman.

domingo, 9 de marzo de 2014

JAZZTHERAPY 4: CINCO HABILIDADES EMOCIONALES. ¿LISTO TONTO O TONTO LISTO?

Ataulfo, Sigerico, Walia, Teodoredo, Turismundo, Teodorico… Leovigildo, Recaredo I, Liuva II... Égica, Witiza y Rodrigo.

Sí, la famosa lista de los reyes godos. El tópico de la educación en España que hacía referencia a la prueba memorística en la que había que recordar los treinta y tres reyes del periodo visigodo en España. Luego estaban los ríos de la península: Miño, Ebro, Duero, Tajo, Júcar, Guadiana, Segura y Guadalquivir, y el resto de afluentes con sus subafluentes. Podrían ser, irónicamente, algunos de los test que se hacían para hallar el cociente intelectual (CI) de un individuo en la escuela. Ese numerito habría de acompañarte el resto de tu vida. Si era bajo, tenías que dedicarte a ir a la mina o al campo, y, si era alto, eras un superdotado. Solo faltaba que te pusieran una “S” en el pecho, una capa y te sacaran en volandas por el colegio. Eras un bicho raro, hablando en plata. Años más tarde, se demostraba que muchos alumnos superdotados y afortunados en la genética del CI, eran incapaces de adaptarse a la vida; mientras que algunos “mineros” obtenían unas cotas de felicidad por encima de la media. El mundo al revés. El listo tonto y el tonto listo.

La respuesta está en que la inteligencia académica no podía, ni puede, explicar la vida emocional, y un resultado escolar excelente no asegura un triunfo en la vida cotidiana, tan pasional e impulsiva. En el mejor de los casos, el CI parece aportar solo un 20% de los factores determinantes del éxito, mientras que el 80% restante depende de otros factores. Fue entonces cuando surgió el término de INTELIGENCIA EMOCIONAL. 

Históricamente, los términos "emoción" e "inteligencia" han sido términos totalmente contradictorios, pero ¿pueden las emociones ser inteligentes? Autores como Daniel Goleman en La Inteligencia Emocional, uno de los padres de la materia, hablan de HABILIDADES EMOCIONALES para afrontar sabiamente las relaciones humanas, así como para comprender nuestras propias capacidades para reconocer nuestros sentimientos. Estas habilidades son:

Ilustración: Olga Diaz Prieto

1.   AUTOCONOCIMIENTO. La capacidad de reconocer un sentimiento en el mismo momento en el que aparece es la piedra angular de la inteligencia emocional, que resulta vital para la comprensión de uno mismo. Las personas que identifican sus emociones, las admiten y las controlan suelen ser dueñas de sus propias vidas y no están sometidas a ellas.

2.   AUTOCONTROL. La conciencia de uno mismo es una habilidad básica que permite controlar nuestros sentimientos y adecuarlos al momento. Tranquilizarse, dominar la ansiedad, la tristeza y la irritabilidad permiten recuperarse antes de los reveses normales de la vida a los que poseen autocontrol que a aquellos que carecen de esta habilidad.

3.  AUTOMOTIVACIÓN. El control de la vida emocional y su subordinación a la consecución de un objetivo resulta primordial para incitar y mantener la atención, la motivación y la creatividad. La capacidad de una persona para permanecer en estado de flujo (el proceso por el que alguien está absorto en una actividad que le produce gran satisfacción, perdiendo incluso la noción del tiempo y de cualquier estímulo externo) provoca más productividad y eficacia para cualquier objetivo o empresa en el que se embarque. La perseverancia y la confianza en sí mismo son otras de las cualidades a tener en cuenta para llegar a nuestros objetivos.

4.   EMPATÍA. La capacidad de reconocer las emociones ajenas es fundamental para sintonizar con el entorno en el que nos movemos, bien sea de forma personal o laboral. Las personas empáticas ven de lejos lo que necesitan o quieren los demás, pudiendo ayudarlos o sacar provecho de ellos. Es fundamental en profesiones como las sanitarias, docencia, ventas o dirección de empresas.

5. CONTROL DE LAS RELACIONES. El arte de relacionarse se basa en la capacidad de entender las emociones ajenas, por tanto está muy relacionado con la empatía. Esto nos hará competentes o incompetentes sociales y nos hará populares, líderes o todo lo contrario. Quienes sobresalen en este apartado suelen ser auténticas estrellas y suelen tener éxito en todas aquellas actividades vinculadas a las relaciones interpersonales.

Pero tranquilo, no es necesario controlar al máximo todas estas habilidades. Solemos tener lagunas en una u otra y pueden remediarse mediante el aprendizaje, el hábito y el esfuerzo. Piénsalo. Yo creo que el esfuerzo será mucho menor que aprenderse la lista de los reyes godos y, hoy en día, la recompensa, mucho mayor.

Sé feliz. Te espero en las nubes.

En esta cuarta entrega de "Jazztheraphy" me gustaría dar cabida al que posiblemente es considerado el mayor saxofonista de todos los tiempos. Charlie Parker fue además el precursor del be-bop junto al trompetista Dizzie Gillespie en la década de los cuarenta, creando un estilo que más tarde copiaría el resto de músicos contemporáneos. Vivió a caballo entre Nueva York y Los Ángeles, y su peligrosa relación con el mundo de las drogas (estaba convencido de que aumentaban su calidad musical) lo hizo perecer muy joven. Que lo disfruten.