domingo, 23 de marzo de 2014

EL PIJAMA DE SUPERMAN

Un incendio en lo alto de un rascacielos, un atracador intentando robar a una pobre ancianita, la mayor banda de ladrones asaltando Metrópolis o un trío de malvados humanoides llegados del espacio exterior dispuestos a apoderarse del mundo. Nada podía detener a Clark Kent después de salir de aquella cabina telefónica. Antes, dentro, tiraba la chaqueta y el pantalón al suelo, se sacaba la corbata mientras se quitaba las gafas, se acicalaba el flequillo y se quedaba en pijama. O eso nos parecía a todos. Ese pijama azul con calzón, botas y capa roja transformaban al asustadizo periodista en un magnífico superhéroe llegado del planeta Kripton. Es un pájaro, es un avión... No. Es Superman.

Si esa cabina telefónica hablara, nos contaría cómo un hombre miedica, con poco respeto por sí mismo, cobarde y simple se convertía en un ser seguro, audaz y convencido de su labor en el mundo. Y la diferencia entre una identidad y la otra era únicamente el traje. Un traje de superhéroe que le hacía capaz de cualquier cosa: de caminar por las aguas, de detener a malvados, de volar e incluso de volver atrás en el tiempo. Todo aquello que se proponía. Eran sus superpoderes.


Se piensa habitualmente que un soñador (alguien capaz de convertir sus sueños en realidad) es una especie de superhombre. Un ser capaz de conseguir todo lo que se proponga y que tiene superpoderes para que todo le salga bien. Pues bien, ya puedes ir buscando en el almacén de tu vida un traje parecido, porque ser un superhéroe hoy en día está al alcance de cualquiera. Todos tenemos guardada en alguna cómoda una malla azul ajustada llamada ACTITUD, que es la que nos hace confiar en nosotros mismos y en los demás. Aquella que hace rebotar las balas cuando llegan los problemas y afrontar los retos de una manera positiva. Rebusca entre los cajones porque seguro que encuentras algún calzón rojo con los VALORES que te guiarán para conseguir tus deseos. Como Superman, lleva el amor, el respeto, la confianza, el humor, la sinceridad y el compromiso adosados como una "S" a tu pecho. Serán tu insignia. Seguro que en el zapatero encuentras tus CREENCIAS en forma de botas rojas. Son aquellas que te harán pisar fuerte, aquellas que te darán seguridad y que te harán creer en ti. Repítete a menudo que tú eres el protagonista de la película de tu vida. Y por último, en lo más alto del armario, entre el resto de cosas, casi escondida, está tu capa. Son tus HABILIDADES, aquellas que crees que no tienes, pero llegaron contigo desde el planeta Kripton. Solo tienes que descubrirlas, al igual que Superman cuando llegó de la cueva del hielo. Busca la curiosidad, ten iniciativa, resuelve, date palmaditas en la espalda por lo bien que lo haces, cuestiónalo todo, no te quejes por costumbre y provoca tu futuro. Cuando la creencia y la querencia coinciden, llega la magia.

Ya solo falta repeinarte el flequillo y encontrar esa cabina de teléfono. Tienes los superpoderes necesarios para llegar a tus sueños. Y ahora que sabes volar, te espero aquí, en las nubes.

Feliz semana, Superman.

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